La seguridad social es como una red que te sostiene cuando la vida se pone difícil. Es un sistema de apoyo que entrega beneficios y coberturas en momentos clave: cuando te enfermas, tienes un hijo, pierdes el empleo, envejeces o enfrentas una situación complicada.
¿Quiénes están cubiertos?
En palabras simples: todas las personas que trabajan deberían tener cobertura. Si tienes contrato, tienes derecho a tener seguridad social. Si eres independiente y trabajas a honorarios (trabajas por tu cuenta), también puedes estar cubierto, siempre que hagas tus cotizaciones. Y recuerda, esto no solo te protege a ti, sino también a tu familia.
¿Y qué cubre exactamente?
Bastante más de lo que crees. Te dejamos una lista rápida, para que veas cómo funciona esta red de apoyo:
- Salud
Si te enfermas o tienes un accidente que no está relacionado con tu trabajo, tienes derecho a atención médica, ya sea que estés afiliado a Fonasa o a una Isapre. Este seguro funciona de manera obligatoria para quienes trabajan con contrato (dependiente) o emiten boletas de honorarios, pero si trabajas por tu cuenta (cuenta propia o independiente que no emite boletas de honorarios), el sistema es voluntario, con la opción de cotizar y recibir los beneficios para ti y tu familia, si así lo decides. Ojo: los permisos parentales también los cubre tu prestación de salud.
- Seguro de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales
Si sufres un accidente mientras trabajas o desarrollas una enfermedad causada directamente por tu actividad laboral, estás protegido por el Seguro contra Riesgos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales. Este seguro cubre desde atención médica hasta compensaciones económicas por incapacidad, e incluso pensión en los casos más graves.
Este seguro cubre tanto a los trabajadores con contrato como a los independientes que emiten boletas de honorarios y cotizan. - Pensiones
Cuando te jubiles, si quedas con invalidez por un accidente o enfermedad no laboral o si falleces (sí, también hay cobertura para tu familia), tu sistema de pensiones entra en acción. Eso sí, es clave haber cotizado durante tu vida laboral. Para los más jóvenes existe el Subsidio a la Contratación y la Cotización de Trabajadores Jóvenes, que busca incentivar la contratación de personas menores de 35 años y apoyar la construcción de la futura pensión de estos jóvenes.
- Desempleo
¿Perdiste tu trabajo? ¿Renunciaste? Existen apoyos como el Seguro de Cesantía, que entrega un monto mensual por un tiempo mientras estás buscando una nueva oportunidad. Y para quienes están empezando o necesitan un impulso, hay beneficios como el Subsidio al Empleo Joven o el Subsidio al Empleo de la Mujer, que buscan mejorar los sueldos y fomentar la contratación. - Beneficios sociales
La seguridad social no es solo salud o pensiones. También incluye una serie de ayudas económicas que te pueden dar una mano en distintos momentos de la vida. Hay bonos que llegan automáticamente, como el Aporte Familiar Permanente, que se entrega cada febrero a quienes reciben subsidio o asignación familiar. Si cumpliste 50 años de matrimonio, puedes postular al Bono Bodas de Oro, un reconocimiento en dinero para celebrar esa tremenda historia juntos.
Entonces, ¿por qué es tan importante
Porque la seguridad social no es un favor del Estado ni un lujo. Es un sistema pensado para darte tranquilidad cuando no puedes generar ingresos por tu cuenta y es un derecho para todos los trabajadores que cotizan.
